Hay un hijo
que hace nacer
a la madre
que le dio el ser.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
