Muchos golpes recibe
cuando a la gente,
la entrada prohíbe.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
