adivinanzas para niños

Tiene grandes pabellones,
pero no tiene habitaciones.

 

más adivinanzas del cuerpo humano...

¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.

Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.

Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.

Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.

Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.

Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.

Dos fuentes muy cristalinas están en medio de un llano y cuando las fuentes manan no está muy contento el amo.

Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.

Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.

Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.