Redondito, redondón,
no tiene tapa ni tapón.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.