adivinanzas para niños
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Me pinché con una rueca,
y cien años me dormí,
hasta que el beso de un príncipe,
hizo que volviese en mí.


La voz me quitaron
para caminar,
y el príncipe amado,
me fue a rescatar.

No tuvo padre ni madre,
cuando nació ya era un hombre,
tiene muchos descendientes
y todos saben su nombre.

Yo fui el primer hombre
y, aunque lo que digo te asombre,
es nada, al revés, mi nombre.


Un animalito
con cuatro dientes,
que nos trae comida
muy diligente.

Lo usa el tendero
para comer,
lo lleva entero
si sabes leer.


Dicen que tiene y no tiene,
mucho pincha, poco retiene.

Cuatro patas tiene,
así como asiento;
de ella me levanto
y en ella me siento.


Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.

Todos me buscan,
para descansar,
si ya te lo he dicho,
no lo pienses más.


Aunque de comida voy cargado,
la gente me vacía,
y nunca soy tragado.

En la mesa me ponen
y sobre mí todos comen.


Aunque tengo cuatro patas,
yo nunca puedo correr,
tengo la comida encima,
y no la puedo comer.

Adivíname ésa.


Pino sobre pino,
sobre pino, lino,
sobre lino, flores
y alrededor amores.

Tengo patas bien derechas,
mas no me puedo mover,
llevo a cuestas la comida
y no la puedo comer.


En el campo fui nacida,
vestida de verdes ramas,
y al pueblo me trajeron,
para servir a las damas,
a mí todo me regalan,
caramelos, miel, melada,
mas yo todo lo reparto,
porque no sé comer nada.

Sube llena,
baja vacía,
y si no se da prisa,
la sopa se enfría,


No pienses que es una col,
o que baila el chachachá;
búscala sobre tu cama,
que yo te la he dicho ya.

¿Quién será la desvelada,
lo puedes tú discurrir?
día y noche está acostada
y no se puede dormir.


De nada me sirven,
estas cuatro patas,
que quieta estoy siempre,
sobre mí, el durmiente.

Cuatro patas tiene
y no puede andar
también cabecera
sin saber hablar.


Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.